Doctrinas fundamentales de Seicho-No-Ie
Las doctrinas fundamentales son la base de la enseñanza de Seicho-No-Ie. Cuando dice “enseñanza de Seicho-No-Ie”, parece algo simplificado y pequeño, pero se dice que el Sagrado Maestro Masaharu Taniguchi publicó alrededor de 400 obras de Seicho-No-Ie y del Sagrado Maestro Seicho Taniguchi, aproximadamente la misma cantidad. También el actual Supremo Presidente de Seicho-No-Ie, prof. Masanobu Taniguchi, ha publicado otras obras sobre la Enseñanza. Incluso sin tener en cuenta las obras de otros profesores y conferencistas, podemos concluir, del gran número de obras ya publicadas, que la “enseñanza de Seicho-No-Ie” no es algo pequeño y restringido. Es muy amplio y tiene un gran abanico de ilustraciones y explicaciones que nos hacen llegar a esa Verdad y comprenderla. Por lo tanto, cuando las personas dicen que van a estudiar la Enseñanza, pueden tratar temas muy diferentes, aunque todos tratan de la Verdad de la Vida. En otras palabras, la Verdad es única, pero hay innumerables formas de explicarla.
De esta forma, cuando se intenta pensar sobre lo que viene a ser la base de la enseñanza de Seicho-No-Ie o sus doctrinas fundamentales, podemos destacar tres que son imprescindibles para definir las características de la Enseñanza. Ellas se basan en la Verdad predicada por Seicho-No-Ie, y todos sus principios son mediados por ellas.
1.Solo existe Dios y la Imagen Verdadera (verdad vertical)
Esta doctrina fundamental establece que solo existe Dios y lo que Él creó, es decir, la Imagen Verdadera. Esto es lo que está escrito en el libro de Génesis, el primer libro de la Santa Biblia, que cuenta la historia de la creación. Allí se dice que Dios creó todas las cosas y, después de crear cada una de ellas, contempló lo que había hecho y luego afirmó que estaba “muy bien”.
En el libro Invite a la Felicidad v. 2 (14ª impresión), el Sagrado Maestro Masaharu Taniguchi escribe:
Solo Dios es Creador. (…) En el mundo de la existencia real no hay maldad, porque sólo Dios existe verdaderamente, porque sólo existe realmente el mundo de Dios y porque Dios es el Bien. En el mundo de la existencia real no hay dolores, no hay enfermedades; tampoco existe la mente en ilusión, ni el sentido que percibe el sufrimiento de la enfermedad. (págs. 120-121)
Si Dios es el único creador de todas las cosas y Dios es Bien, no hay forma de que haya algo que no sea bueno o que no haya sido creado por Dios. Existir es el estado de las cosas que pueden perdurar por sí solas, independientemente de la postura mental del ser humano. Por ejemplo: la vida existe independientemente de la postura mental humana, así como la sabiduría, el amor, la provisión, la alegría y la armonía, es decir, la mente humana no necesita hacer absolutamente nada para que el amor, la alegría o la armonía. pasen a existir – porque ya existen desde el principio, ya que son atributos de Dios – y este es el estado original de todas las cosas.
El Sagrado Maestro también explicó en el libro Descubrimiento y Conscientización de la Verdadera Naturaleza Humana (1ª edición) que ésta es la gran diferencia de Seicho-No-Ie en relación con otras doctrinas espiritualistas:
Esta primera doctrina fundamental se llama “verdad vertical”. ¿Por qué este punto que nos hace ver más allá de las apariencias es “verdad vertical”? Vertical es una línea recta que va hacia arriba, que te hace mirar hacia arriba y darte cuenta de que hay algo superior; por lo tanto, es la verdad la que nos hace buscar lo más elevado, el mismo camino de Dios, la Imagen Verdadera.
2.El ambiente es proyección de la mente (verdad horizontal)
Al conocer la primera doctrina fundamental, puede ser que alguien pregunte diciendo “Si Dios es el Bien, no es posible decir que Él sea el único creador, porque veo cosas a mi alrededor que no son tan buenas y perfectas como Dios las crearía”. Todo lo que se puede percibir a través de los sentidos (incluido el sexto), son sólo expresiones transitorias, que pueden modificarse, lo que llamamos “fenómeno”. El mundo fenoménico debe ser la proyección fiel de la Imagen Verdadera creada por Dios, pero si la imagen está distorsionada es porque la mente humana hizo que sufriera refracción y cambio (no en el origen, solo en la proyección); mientras la postura mental se mantenga de esta manera, la expresión permanecerá inalterada.
A esto se refiere la segunda doctrina fundamental, que dice que “el ambiente es proyección de la mente”. El ambiente en que vivimos en este momento es una dimensión de expresión, es decir, este mundo es una etapa transitoria para manifestar la Imagen Verdadera en el fenómeno. Por eso, al observar el ambiente e identificar una situación que no está en el patrón perfecto de la Imagen Verdadera, es necesario recordar que Dios es el único creador y que Él es el Bien. Por lo tanto, la mala situación es sólo una mala proyección, no una existencia real. El Sagrado Maestro Masaharu Taniguchi escribió sobre esto en el libro Descubrimiento y Conscientización de la Verdadera Naturaleza Humana:
Es por esta razón que Seicho-No-Ie enseña que la aparente enfermedad, pobreza, infelicidad o imperfección, por no haber sido creada por Dios, no puede perdurar. Existen personas que al conocer las leyes mentales, pasan a castigarse pensando, cuál sería la causa mental que habría creado esa o aquella adversidad en su vida y qué deberían hacer para destruir lo que fue creado. En estos momentos, es fundamental recordar que solo Dios es el creador de lo que existe. ¿Entonces qué es lo que hay que hacer? Nada más que dejar de pensar en la adversidad, y en el método para destruirla, tranquilice la mente y vuelváse hacia la Imagen Verdadera de la Vida, que es el Bien y perfección. La Sutra Sagrada Contínua Lluvia de Néctar de la Verdad aclara esto en los versos:
El ser humano fue creado a imagen y semejanza de Dios para proyectarse fenoménicamente de acuerdo con esa imagen perfecta de Dios. No es que el ser humano se vuelva perfecto; él ya es originalmente perfecto, y basta vivir de acuerdo con esa imagen original. Una de las formas de conscientizarse de esa perfección original y hacer que la mente se dirija naturalmente hacia ella es la práctica diaria de la Meditación Shinsokan. – práctica contemplativa de Seicho-No-Ie en la que el cuerpo carnal asume una postura adecuada, los ojos carnales se cierran para no enfocar la mente en el fenómeno y, utilizando conscientemente la contemplación con los ojos mentales, se entrena el cuerpo, la respiración y el pensamiento para reconocer y aprehender la Imagen Verdadera de la Vida. Como consecuencia, a través de este entrenamiento constante, el ambiente y las relaciones mejoran notablemente, porque si la mente cambia, también lo hace la proyección.
Es la mente la que da el “color” diferente en la manifestación del fenómeno y también es ella la que le da valor a esa manifestación. El Sagrado Maestro Masaharu Taniguchi escribe en el volumen 4 de la colección La Verdad (1ª edición):
La infelicidad no es la verdadera existencia, aunque parezca existir (…). Nos lamentamos por la infelicidad mientras pensamos que “la infelicidad existe”. (…) Nos regocijamos porque nuestra mente siente alegría y sufrimos porque nuestra mente está sufriendo. Aunque la realidad no cambia en absoluto, nos alegramos o entristecemos según lo que pensamos. (págs.143-144)
A esta segunda doctrina fundamental la llamamos “verdad horizontal”. Si la verdad vertical se refiere a aquello que reconoce la existencia de algo superior, se puede entender que la verdad horizontal engloba lo que está a su alrededor, en el mismo nivel – como los hermanos, los semejantes, el ambiente, etc.
3. Todas las religiones emanan del Dios Universal.
La tercera doctrina fundamental de Seicho-No-Ie establece que la esencia de todas las religiones es una, pues es el mismo Dios. En otras palabras, para alcanzar la verdadera religión, es necesario trascender cualquier tipo de sectarismo.
El Sagrado Maestro Masaharu Taniguchi, en el volumen 1 del libro La Filosofía de la Verdad que Genera Milagros – Conferencias sobre Introducción a Seicho-No-Ie, hace una analogía explicando que el punto esencial de todas las religiones es como una vitamina que no tiene color, olor, sabor ni forma. Por ser una vitamina, naturalmente tiene funciones saludables. Sin embargo, debido a que es incoloro, inodoro, insípido y amorfo, es posible que no sea reconocida por su valor. Entonces alguien agrega un tinte rojo, aroma de rosas, sabor a fresa, lo pone en un recipiente cuadrado y lo etiqueta como “Vitamina 1”, para que la gente comience a probar esa vitamina (que ya existía y era completa) reconociéndola como algo bueno y agradable. Sin embargo, puede haber personas a las que no les guste el olor a rosas o el sabor de las fresas, aunque reconozcan el valor de la vitamina. En este caso, otra persona toma la misma vitamina incolora, inodoro, insípida y amorfa, le pone un tinte púrpura, aroma de lavanda, sabor a mora, lo pone en un recipiente redondeado, etiquetándolo como “Vitamina 2” y empieza a estimular a otras personas a consumirlo. También puede ser que una tercera persona lo tiña de amarillo y le atribuya otras características … y será así cuantas veces sea necesario hasta que la humanidad pruebe la vitamina. El papel de cada nueva religión es ofrecer esta vitamina (que es común a todas las religiones) de manera (color, sabor, aroma, forma, etc.) que las personas consigan conocer su esencia, que es la Verdad. Por eso el Sagrado Maestro concluye la explicación de la siguiente manera:
Detrás del aspecto externo del perfume, la forma del vaso y la etiqueta de estas vitaminas (…) está la esencia. Asimismo, detrás de la apariencia externa de las religiones, está la Verdad que realmente salva a los hombres. Seicho-No-Ie explica la esencia, es decir, la Verdad fundamental, y no rechaza ninguna religión, sea cual sea su credo. Todas las religiones que se han transmitido desde la antigüedad guardan la esencia de la Verdad en su interior. (pág.24)
El Prof. Masanobu Taniguchi, Supremo Presidente de Seicho-No-Ie, explica sobre la tercera doctrina fundamental utilizando lo que él llamó “Teoría del huevo frito”, ilustrada en la siguiente figura.
Tal vez un huevo frito no quede tan perfecto como esta figura, pero realmente se parece a un huevo. La parte central es el corazón, la Verdad absoluta (o la vitamina incolora, inodora, insípida y amorfa usada en el ejemplo). Y todas las religiones tienen esta Verdad absoluta como su esencia primaria. Las personas, a veces, cree que la religión está en los ritos, en la forma de predicar e interpretar la Verdad absoluta, pero estos elementos están en la parte periférica y pueden variar según el lugar, la época y las personas a las que se dirigen, para que puedan alcanzar y comprender la Verdad absoluta.
Incluso dentro de una misma religión, para predicar la Verdad absoluta (parte central), se pueden utilizar diferentes medios (parte periférica) siguiendo el principio de adecuación. No es que la Verdad necesite adaptarse, sino las herramientas para expresarla, eso sí, para hacerla cada vez más accesible. Por ejemplo, podemos explicar la Imagen Verdadera de la vida a cualquier persona, en cualquier momento. Sin embargo, la manera de explicarle a un anciano, que tiene mucha experiencia en la vida, será diferente a la forma de explicarle a un niño.
Hay personas que dicen ser verdaderos religiosos, pero, apegadas a los nombres, ritos y la forma de predicar de cada religión, piensan que las religiones son esencialmente diferentes, comienzan a nutrir sentimiento de discordia y rechazan a aquellos que difieren de los suyos, a pesar de tener fe religiosa. Seicho-No-Ie enseña cómo descubrir la esencia de todas las religiones: la Imagen Verdadera de la Vida.