El acceso de las mujeres a su espiritualidad siempre fue controlado. Pero eso comenzó a cambiar hace algunas décadas. Veremos cómo podemos manifestar la verdadera libertad en los días actuales.
Durante siglos, en la mayoría de las civilizaciones, las mujeres eran propiedades de los hombres o subalternas. En gran parte de las culturas, en los últimos 5 mil años, la mujer fue reprimida y educada a autoreprimirse.
Cuando vamos a los libros, hay muchas maneras de analizar la Historia. Por estar sumergidos en las suposiciones de nuestro tiempo, lugar y cultura, somos limitados en nuestras interpretaciones. Por ejemplo, para la Historia de la Economía, de la Religión y de las Relaciones Sociales, hay muchos puntos de vista para los papeles de los géneros, como el que dice que el hombre representa el aspecto público, el del guerrero, y a la mujer le corresponde el aspecto privado, el de casa. ¿Esta sería la discusión más importante?
Tenemos en común el hecho de que el análisis casi siempre se efectúa bajo la óptica de que el ser humano es cuerpo carnal. Pero, en Seicho-No-Ie aprendemos que somos espíritu, y no carne. Hijos de Dios y no materia.
Por eso, en este artículo, intentamos ir más allá de las limitaciones ópticas que consideran a la mujer un simple ser físico, e intentamos un breve viaje al pasado a la luz de la espiritualidad y de las obras literarias de Seicho-No-Ie destinadas al público femenino.
“Libros que abordan problemas propios de la mujer hay muchos, sin embargo, la mayoría lo tocan superficialmente, mirando al ser humano por el lado físico. Sin embargo, los artículos (del libro A Felicidade da Mulher, v. 1 y 2) lo plantean desde el punto de vista espiritual, lo que proporciona a las lectoras que tomen consciencia y se valoricen cada vez más a sí mismas. Masaharu Taniguchi, A Felicidad da Mulher, v. 1 y 2, 1ª impresión, p. 7)
¿Débiles y menos inteligentes? ¿Quién dijo? – Históricamente, debido a la movilización por guerras, los hombres iban a los campos de batalla y las mujeres tenían que educar a los hijos solas. Ellas perdían a sus esposos, tenían que ganarse la vida con todo tipo de trabajo y aún tenían que cuidar a los parientes que estaban ancianos.
Por eso, aun desde el punto de vista de que el ser humano sea cuerpo carnal, no se puede llamar “débiles” a quienes cuidan la vida en sus condiciones más frágiles, al nacer y antes de morir.
La mujer en la Historia: ¿por qué fue disminuida su importancia ? – Hay registros de que, en el antiguo Egipto (alrededor de 2 mil años A.C.), las mujeres ocupaban un lugar hasta cierto punto respetable, inclusive en la religión. Ya en Grecia y Roma, cunas de la civilización occidental (entre los años 600 A.C. y 400 D.C. ellas eran tratadas como una especie de subespecie humana, un hombre imperfecto”.
Cuando llegó la Edad Media, período del año 500 hasta el año de 1453, este escenario continuó bajo la pesada vara de la Iglesia, que estaba asociada a la nobleza feudal y a los reyes que gobernaban sus territorios con ejércitos.
Es posible atribuir el predominio de la narrativa de los varones intentando volver a las mujeres diminutas a una lógica de acumulación de riquezas y poder, fuerza física y uso de violencia, modos determinantes de las relaciones colectivas desde fines de la Pre-Historia, y que llega a nuestros días.
¿Por qué las religiones intentaron impedir el acceso total de las mujeres a la espiritualidad a lo largo de la historia? ¿Por qué, en pleno 2018, es noticia global cuando Arabia Saudita permite a las mujeres que tengan licencia de conducir? ¿Por qué, en el inicio del siglo XX (hasta alrededor del año 1910), en Francia y en Inglaterra, las mujeres no podían escribir algo a no ser con la autorización de sus esposos?
Abriendo la ventana al patio de la Historia, podemos preguntarnos ¿por qué apenas tres de los 73 libros de la Biblia (católica) son firmados por mujeres (y apenas dos, de los 66 de la Biblia Protestante)?
La religiosidad fue “permitida” oficialmente a la mujer a partir del año 1000, con la creación de los primeros asilos monásticos femeninos. Aun así, la llamada “caza de brujas” mandaba a la hoguera a todas las que procediesen un poco fuera de las reglas impuestas para el culto.
En los primeros 300 años del Brasil (1500 a 1800), la Iglesia controlaba los cuerpos, principalmente los de las mujeres. A ellas se les prohibió el placer y la sexualidad. Eran obligadas (y entrenadas) a callarse y limitadas en la realización personal natural.
Ante este escenario, no es una osadía afirmar que el Prof. Masaharu Taniguchi fue el precursor de una nueva historia para las mujeres al incentivar a su esposa, Profa. Teruko Taniguchi, a fundar una organización libertadora del espíritu femenino sobre la faz de la Tierra en la década de 1930, la Asociación Paloma Blanca de Seicho-No-Ie.
Inclusive él, le dio la responsabilidad a ella de la descripción del objetivo por el cual se casaron: “Simplemente, juntos queríamos trabajar en la obra de Dios. Este era el objetivo de nuestra vida” (Teruko Taniguchi, Reverenciando-o como Mestre, Respeitando-o como Marido*, p. 12).
La cita anteriormente presentada es de un libro de memorias de 1972. Pero, ya en el año de 1949, la Profa. Teruko publicaba obras que hablaban sobre la liberación femenina espiritual: “Una vez que Dios colocó a la mujer en la faz de la Tierra, su existencia debe tener algún significado. Justamente por no descubrir este significado, algunas mujeres se desesperan y se afligen. En esta aflicción, unas terminan por perderse, pero otras logran descubrir el significado de su existencia, se elevan y pasan a sentir la alegría de vivir” (Teruko Taniguchi, O Livro da Mulher, 3ª ed. P. 13**)
¿Quiénes son esas mujeres a las cuales la autora se refiere? Son las que, en las actividades de la Asociación Paloma Blanca, desde la década de 1930, leen y aplican lo que aprenden sobre su espiritualidad.
¿Y en el Brasil, cómo la organización de las mujeres de Seicho-No-Ie se encaja históricamente? Cuando Seicho-No-Ie llega al mundo y libera a la mujer de la idea de que es cuerpo carnal, salta del revanchismo histórico al de una nueva concepción de la humanidad. No se puede regresar en el tiempo e impedir las heridas, es posible darles a ellas sutura y amor – cura el alma con las características que solo las mujeres tienen.
¿Cómo tal luz espiritual liberadora se articula en la Historia de la mujer brasilera? – Hasta los años 1940, la ciencia y la medicina, en el Brasil, persistían en el hecho de que tenían que cercenar la sexualidad de la mujer. Al mismo tiempo, las revistas femeninas decían: “Dejen al esposo fumar y leer su diario en paz. ¡No le interrumpa!”**.
Ya en los años 1980, fue muy influyente la serie “Malu Mulher”. El personaje principal, vivido por Regina Duarte, se va liberando de la idea de dependencia femenina y de la figura masculin en el comando, aun con muchas dificultades.
Seicho-No-Ie tuvo su boom entre los brasileños en la década de 1970, pero ella ya había sido oficializada en la década de 1950. Por aquí, una vez más el Movimiento emerge en el preciso momento social en que es más necesario. Delante de las incontables familias salvas, curaciones de hijos, victorias personales y, principalmente, liberación espiritual, la Asociación Paloma Blanca de SEICHO-NO-IE DO BRASIL viene ampliando la posición la de la mujer en la Historia.
La Historia en nuestras manos – Es tiempo de salir de los patios y bodega del pasado y colocar a la mujer a escribir su propia historia. Esto es lo que hacemos todas las mañanas en la Asociación Paloma Blanca de SEICHO-NO-IE DO BRASIL.
El camino se abre por los más fuertes y por los que llegan antes, aunque tengan que descubrir sus fuerzas mientras abren el camino. Por eso, nos esforzamos para romper con un ciclo muy largo detrás de nosotros. Cuando aprendemos, jalamos al otro por la mano y le enseñamos cómo se hace diciendo: ”Hermana camina conmigo, Dios es por aquí”.
Para que la mujer expanda su círculo de vida socialmente, deberá abrazar algo más que aumentar los derechos o poderes materiales. Deberá expandir el amor, la belleza, la elegancia, la paz; así, donde ella esté presente, cesarán las luchas. Y, al asociar su delicadeza, su calor y su dulzura a la firmeza y a la valentía del hombre, entonces dará origen a una sociedad plena de armonía. (Masaharu Taniguchi, A Felicidade da Mulher, V. 2*, p. 55 21ª impresión)
Miremos para quienes somos y veamos el espíritu de Dios, y no un mero cuerpo carnal amordazado por la Historia. Si queremos dejar un modo de vida y un planeta en armonía para las futuras generaciones, debemos volver a relatar nuestra trayectoria a partir de la creencia profunda en nuestro origen divino.
Sigamos firmes la libertad que las palabras de la luz y un nuevo autopercepción proporcionan a los hogares, ciudades y naciones, siempre que nuestra mirada, nuestros movimientos y sueños se coloquen en la dirección de la verdad “Dios, naturaleza y seres humanos son originariamente unos”.
En la Imagen Verdadera de la Vida, las mujeres siempre fueron perfectas, maravillosas, el mismo espíritu de Dios. Si esto no se manifestó, se debió a la ilusión mental y las inexistentes corrientes kármicas, colectivas e individuales, a lo largo de la Historia. Por eso, está en nuestras manos una expresión de nuestra elevada y libre espiritualidad. Muchas gracias.
* N. de la T.: Libro aún no publicado en español, título provisorio Reverenciándolo como Maestro, respetándolo como esposo.
** N. de la T.: Libro aún no publicado en español, título provisorio> El libro de la Mujer
** Fonte: <http://www.proped.pro.br/teses/teses_pdf/2009_1-539-ME.pdf>.
* N. de la T.: Libro aún no publicado en español, título provisorio: La Felicidad de la Mujer V. 2
Viviane Tenorio de Macedo Hara
Aspirante a Profesora de la Sede Internacional
Fuente: Revista Mulher Feliz, N° 402, enero/2019