¡Feliz Día! ¡Bendecido día!
Un cuidado fundamental con respecto a la calidad de vida – y por el bien de tu propia alma -no es justificar la falta de oración. Sin tiempo para Dios, ¿qué valor tendrá tu tiempo? Si te has cansado, si estás agotado o si terminas estresándote con algún episodio a lo largo del día, aquí tienes razones aún más serias para dedicar todo el tiempo que sea necesario a la oración. Ora siempre. Al activar la potencialidad de tu espíritu, nada que venga del mundo exterior puede impactarte de tal manera que te desfigure. ¡Muchas gracias!